Es un pan tan rico en frutas que se recomienda hacerlo con unos días de anterioridad para apreciar mejor su sabor.
Cantidad: 1 pan
INGREDIENTES
Espumado
30 gramos de levadura fresca o 1 cucharada de levadura seca
1 cucharada de azúcar
2 cucharadas de harina
½ taza de agua tibia
Masa
2 y ½ tazas de harina (300 gramos)
½ taza de azúcar (100 gramos)
1 cucharadita de jengibre en polvo
Pizca de nuez moscada
Pizca de clavo de olor en polvo
Pizca de sal
100 gramos de manteca pomada (mantequilla)
1 huevo
leche cantidad necesaria
Fruta
½ taza de nueces picadas (50 gramos)
2 cucharadas de semillas de alfalfa
1/4 taza de semillas de sésamo (ajonjolí)
50 gramos de ciruelas pasas
50 gramos de pasas de uva
Coñac
3 higos secos
4 dátiles
50 gramos de quinotos en almíbar
100 gramos de fruta abrillantada o confitada
Manteca derretida cantidad necesaria
PREPARACION
Poner en un recipiente las pasas de uva, las ciruelas cortadas a la mitad, los dátiles y los higos picados. Cubrirlos con coñac y dejarlos macerar durante dos o tres horas.
Poner en una sartén las nueces picadas y las semillas de alfalfa. Llevarlas al fuego y tostarlas rápidamente sarteneando continuamente para evitar que se quemen.
Tostar las semillas de sésamo agregándole a la sartén una cucharadita de manteca y una cucharadita del almíbar de los quinotos. Esto las deja crocantes.
Espumado. Poner en un bol chico la levadura, el azúcar y la harina. Agregarle de a poco el agua tibia e ir revolviendo hasta formar una crema. Tapar y dejar en reposo 10 minutos.
Aparte, poner en un bol la harina, el azúcar, el jengibre, la nuez moscada, el clavo de olor y la sal.
Mezclar estos ingredientes e incorporar la manteca.
Luego el huevo mezclado con cuarta taza de leche y el coñac de las frutas en remojo. Una vez integrado incorporarle la levadura ya fermentada.
Revolver e ir uniendo todo hasta formar una masa tierna y pegajosa. Ponerla sobre la mesada y amasar hasta que quede elástica y uniforme.
Formar un bollo y ponerlo en un recipiente ligeramente enharinado donde pueda expandirse cómodamente. Dejarla descansar durante 30 minutos o hasta que duplique su tamaño.
Una vez levada se vuelca la masa sobre la mesa de trabajo con algo de harina. Se estira con el palote hasta que quede medianamente fina.
Se esparcen todas las frutas y luego se enrolla la masa suavemente.
Aplastamos un poco la masa con el palote dándole forma ovalada. La masa debe quedar de aproximadamente dos centímetros y medio de espesor.
Se doblan un tercio y un tercio de ambos extremos y se coloca en una placa enmantecada.
Se cubre con un paño y se deja levar durante aproximadamente 15 minutos.
Se pinta con manteca derretida y se lleva a cocinar.
Precalentar el horno a 60º (temperatura bien baja) y se deja cocinar durante 15 minutos luego se sube a 120º, se deja 10 minutos y se termina de cocinar a 180º hasta que esté cocido y dorado. Todo esto proceso de cocción es aproximado ya que varía de acuerdo a cada horno.
Pasados los primeros 15 minutos de cocción se retira cada tanto y se pincela con manteca.
Una vez cocido y retirado del horno se pinta nuevamente y se espolvorea con azúcar impalpable (glas, pulverizada, lustre).