Estas galletitas se caracterizan por no llevar huevo, ni mantequilla ni leche. Resultan crocantes y deliciosas y aptas para intolerantes a la lactosa y al huevo.
INGREDIENTES
2 tazas de zanahoria rallada fina
½ taza de aceite
1 taza de azúcar rubio o negro
2 cucharadas coposas de miel
Jugo de 1 limón
1 cucharadita de jengibre en polvo
½ cucharadita de sal
1 cucharadita de polvo de hornear (leudante, levadura química)
2 tazas de harina de soba (alforfón, trigo sarraceno) (240 gramos)
2 tazas de harina blanca 00 (cuanto menos refinada sea, mejor) (240 gramos)
PREPARACIÓN
Poner en un recipiente, la zanahoria rallada, el jugo de limón, el aceite, el azúcar y la miel.
Mezclar bien estos ingredientes.
Aparte, cernir la harina de soba, la harina blanca, el polvo de hornear, el jengibre y la sal.
Volcar los ingredientes secos en los húmedos e ir mezclando hasta formar una masa.
Si es necesario agregar un poco más de harina de soba o harina blanca.
Formar un bollo y dejar que descanse un rato.
Tomar la mitad de la masa y estirar con el palote hasta que esté fina (3 o 4mm de espesor).
Cortar galletitas con cortantes iguales o distintos.
Cocinar en horno moderado 180º durante 12 o 15 minutos o hasta que estén cocidas y ligeramente doradas.
Estas galletitas se conservan en envases herméticos durante varios días.
Con la particularidad que a medida que pasan los días quedan más ricas.