Puede que algunos de vosotros penséis que a qué viene el título. Falsa tarta de queso… a simple vista parece una tarta de queso, pero no lo es.
Porque en realidad este postre no lleva nada de lácteos, está libre por completo de lactosa, lo que lo hace apto para las personas con intolerancia a la proteína de la leche. Y eso es lo que yo pretendía, un dulce con apariencia de tarta de queso pero sin lácteos.
La verdad, es que al probarla, si no sabes cuales son los ingredientes, te parece una tarta de queso. Tiene incluso esa hondonada característica de las tartas de queso, ideal para rellenar de mermelada. Pero todos sus ingredientes son vegetales, yogur y margarina de soja y leche de almendras. Si no fuera porque lleva huevos, sería un postre vegano.