Es un postre delicioso, fino y de calidad. Su base cuenta con una masa de la textura de los brownie y ésta se cubre generosamente con una Mouse de chocolate blanco, a la que se le da un ligero sabor alimonado. Una porción bien fría de este postre nos hará sentir de maravillas.
Porciones: 16
INGREDIENTES
4 huevos
1 taza de azúcar (200gramos)
150gramos de mantequilla
180gramos de chocolate semiamargo en barra
2 cucharadas de cacao amargo (20gramos)
1 cucharadita de polvo de hornear
Pizca de sal
1 taza de almendras algo picadas (100gramos)
1 taza de harina (120gramos)
Mouse de chocolate blanco
4 yemas (80gramos)
4 cucharadas de azúcar
Almíbar para bizcocho
½ taza de azúcar (100gramos)
Agua cantidad necesaria
200gramos de mantequilla pomada
330gramos de chocolate blanco en barra
½ taza de leche (125cc.)
Ralladura de 1 limón
Jugo de 1 limón
2 tazas de crema de leche (nata) (500cc.)
Para decorar
Frutillas
1 cucharada de gelatina sin sabor
42cc. de agua
PREPARACION
Batir los huevos junto con el azúcar hasta que estén a punto cinta (o punto letra).
Agregarle la mantequilla y continuar batiendo durante unos minutos hasta que la mantequilla se integre y se forme una preparación cremosa.
Aparte, llenar una taza con agua hirviendo. Colocar el chocolate semiamargo cortado en trozos grandes y dejarlo unos minutos hasta que esté bien blando. Luego retirar con cuidado el agua y el chocolate ya blando agregárselo al batido anterior.
Mezclar bien todo.
Tamizar la harina, el cacao, el polvo de hornear y la sal.
Agregarlo a la preparación anterior mezclando suavemente.
Por último agregarle las almendras picadas. Mezclar y volcar sobre una placa bien enmantecada y enharinada.
Llevar a un horno suave de 170º y dejar que se cocine tranquilamente durante 40 minutos o hasta que se note cocido. Se pincha con la punta de un cuchillo y si éste sale húmedo pero sin nada adherido es que está pronto.
Retirar, esperar unos minutos y desmoldar sobre rejilla.
Dejar enfriar.
Mouse de chocolate blanco
Poner las yemas junto con el azúcar en la batidora y reservar.
Aparte, poner los 100grs de azúcar en una cacerola chica y agregarle agua, pero solo hasta que el azúcar esté cubierto.
Llevar a fuego fuerte y simultáneamente batir las yemas junto con el azúcar hasta que las yemas se aclaren, espesen y tomen punto letra.
Dejar que el almíbar hierva hasta que tome 112º de temperatura o hasta que el almíbar se espese un poco y la superficie se llene de globitos chicos que se van renovando continuamente.
Retirar del fuego y verter en forma de hilo sobre las yemas que se encuentran batiendo.
Continuar con el batido hasta que la preparación tome temperatura ambiente.
Lo que hacemos es un aparato a bomba para que los huevos queden bromatológicamente aptos para utilizarlos sin problema de salmonella.
Se pica el chocolate blanco y se pone en un recipiente de loza, vidrio o plástico.
Se pone agua en una cacerola chica y se lleva al fuego hasta que el agua esté a punto de hervor.
Apagar el fuego y calzar el recipiente donde está el chocolate de modo que calce justo en la cacerola para que no tenga escape de vapor. El fondo del recipiente no debe tocar el agua.
Dejar hasta que el chocolate esté casi totalmente disuelto.
Retirar de la cacerola y terminar de disolverlo mezclando suavemente.
Volcar el chocolate disuelto sobre el aparato a bomba.
Agregar la ralladura y el jugo de limón, luego de a poco la mantequilla pomada mientras se bate hasta terminar de integrarla.
Aparte, se bate la crema de leche hasta que esté espesa y se agrega a la preparación anterior.
Armado del postre. Poner en una tartera desmontable de 24cm de diámetro, un aro de acetato o forrar todo el contorno con papel aluminio o papel film.
Apoyar la masa de borwnie en su base y verter la Mousse.
Con una espátula alisar bien la superficie y dejarla en la heladera durante unas horas o de un día para otro así la mousse toma consistencia.
Tener en cuenta que al no tener gelatina la consistencia no será demasiado por lo tanto se trabaja con más cuidado. Elegimos esta forma, para que la Mousse se destaque por su cremosidad, que se logra de esta manera.
Aparte, poner en una taza el agua natural y se espolvorea la gelatina dejándola hidratar unos minutos. Luego se pone unos segundos en el microondas (por ej. 25 segundos) al 60% de potencia para que la gelatina se licue o en un baño María suave.
Se colocan las frutillas (sin retirarles las hojitas verdes de su base) en un plato y se van bañando con la gelatina y colocando en la heladera.
Una vez solidificada la gelatina, se repite esta operación hasta lograr que las frutillas obtengan un brillo intenso.
Se retira la Mouse de la heladera, se saca con cuidado del molde y se apoya en la fuente definitiva.
Se decora colocando las frutillas desde el centro hacia los bordes (sin llegar al borde mismo para que la Mouse no se caiga). Se puede completar la decoración con hojas realizadas con pasta de goma.
Se sirve bien frío y es una delicia.