A veces cuando estamos decorando tortas, galletitas etc. necesitamos trabajar con muchos colores a la vez pero con poco volumen. O bien cuando estamos haciendo decoraciones más delicadas nos resulta más práctico trabajar con mangas más chicas.
Para estos casos es ideal emplear pequeños conos de papel que podemos realizar nosotros mismos.
Esto nos permite repartir en muchos conos poca cantidad de la cobertura que estamos empleando.
Y también nos facilita para aquellas decoraciones que necesitamos un puntero bien fino como para hacer filigranas o firuletes o escribir palabras.
El tamaño de los conos nos deja trabajar más cómodamente con la facilidad de deshecharlo una vez que terminanos su uso y reemplazarlo por otro.
Cómo se realizan.
Se pueden hacer en papel manteca o papel sulfito o de panadería.
El papel manteca es ideal porque es más resistente y no se humedece.
Cortar un cuadrado grande, por ejemplo 50×50.
Doblar por la mitad formando dos triángulos.
Cortar por esa mitad y tomar uno de estos triángulos
Doblar este triángulo a la mitad marcando el doblez.
Al abrirlo, el triángulo visto de frente queda con una punta superior y dos puntas inferiores.
Tomar una de las puntas inferiores arrollándola y enfrentándola con la punta superior.
Sostenerla con una mano. Tomar la otra punta y llevarla a la punta superior arrollándola hasta que las tres puntas coincidan formando un cono cuya punta está bien cerrada.
Doblar las tres puntas hacia adentro del cono para afirmarlo y si desean que quede más firme se pude sujetar las tres puntas con una abrocahadora. Recortar la punta con una tijera.