Esta cheesecake al igual que todas son irresistibles. En este caso se destaca su originalidad, ya que al desmoldarla se aprecia bien el efecto que queda entre el chocolate y la vainilla. Solo unos detalles de chocolate son suficientes para decorarlo. A lo sumo unas hojitas de menta. La fineza del postre no permite cargarlo demasiado.
Porciones: 16
INGREDIENTES
2 tazas de galletitas de chocolate trituradas
50gramos de mantequilla
1kg de queso crema Philadelphia o se puede sustituir por un queso blanco natural, cremoso
1 taza de azúcar (200gramos)
1 cucharada de vainilla
1 taza de crema de leche (nata) (250cc.)
4 huevos
6 barritas de chocolate semidulce
PREPARACION
Forrar una placa de horno de 33×23 aproximadamente, con papel aluminio.
Forrar el fondo y los costados.
Derretir la mantequilla pero no a fuego directo. Derretirla a baño María o en un microondas.
Mezclar las galletitas de chocolate trituradas con la mantequilla derretida.
Exparcir las migas de galletitas sobre el fondo de la placa, presionando con firmeza con el revés de una cuchara.
Llevar a la heladera.
Mientras tanto, colocar el queso, el azúcar y la vainilla, en un tazón.
Batir con batidor eléctrico a velocidad media hasta que estén todos los ingredientes mezclados y se forme una crema homogénea.
Incorporar de a uno los huevos, batiendo a velocidad baja solo hasta que esté integrado.
Repetir lo mismo con el resto de los huevos.
Batir la crema de leche a medio punto e incorporársela en forma envolvente.
Aparte, derretir el chocolate.
Poner el chocolate picado en una taza grande. Cubrirla con agua bien caliente y dejarlo sin mover hasta que el chocolate esté blando.
Retirar el agua caliente dejando solo el chocolate ya ablandado.
De la preparación anterior, retirar 1 taza y volcarla en una taza.
Al resto de la preparación incorporarle el chocolate derretido, mezclándolo bien para que tome un tono parejo.
Verter la preparación de chocolate sobre la base de galletitas.
Luego ir agregando la preparación de vainilla de a cucharadas hasta cubrir el chocolate.
Con la punta de un cuchillo ir mezclando suavemente las dos mezclas para formar como un remolino.
Poner el molde a baño María con el agua caliente.
Llevar a un hono moderado de 180º durante 40 minutos aproximadamente.
O hasta que el centro esté casi firme.
Apagar el fuego y dejar enfriar bastante el cheese cake dentro del horno.
Luego retirarlo y terminar de enfriar a temperatura ambiente.
Colocar la cheese cake solo sin el baño María en la heladera hasta el día siguiente.
Recién desmoldar tomando los extremos del papel aluminio como si fuesen manijas o asas.
Otra forma de desmoldarlo es darlo vuelta sobre una fuente bien plana y luego rápidamente invertirlo nuevamente.
Mantener en la heladera ya que es un postre que se come frío (no congelado)
Decorarlo con chocolate rallado o rulos de chocolate.