Un postre donde abundan las frutas frescas y podemos disfrutar de algo bien dulce y con pocas calorías.
Es importante saber que dentro de los edulcorantes el de mejor calidad es stevia ya que es un producto natural, que no produce ningún sabor raro en la boca. Es el único que endulza como el azúcar con la ventaja que no aporta calorías.
Porciones: 8 a 10
INGREDIENTES
1 molde savarín de 28cm de diámetro
5 tazas de agua (1250cc)
5 cucharadas de gelatina sin sabor o 5 sobres (35 gramos)
3 cucharadas de stevia en polvo (endulzante natural que no aporta calorías) (27 gramos) o a gusto.
2 racimos de uva moscatel
¼ de melón cortado en cubos o en gajos
2 ciruelas grandes moradas cortadas en gajos
3 higos cortados en gajos
Cerezas en almíbar cantidad a gusto
PREPARACIÓN
Aceitar el molde savarín. Una vez aceitado, pasar por todo el molde una servilleta de papel para que absorba el excedente de aceite.
Reservar y llevar al congelador durante 1 hora o más.
Gelatina. Poner en un bol 1 taza de agua.
Espolvorear la gelatina en polvo sin sabor.
Batir con un tenedor o batidor chico hasta mezclar bien.
Dejar hidratar durante unos minutos.
Una vez hidratada colocar unos segundos en el microondas, solo hasta licuar.
Es importante saber que se licúa la gelatina sin que llegue a hervir, de lo contrario se quema y queda inútil.
Agregar al resto del agua las cucharadas de stevia.
Mezclar hasta disolver.
Incorporar la gelatina diluida.
Volver a mezclar hasta que ambos ingredientes estén bien integrados.
Armado del postre. Retirar el molde del congelador.
Verter ½ cm de la gelatina en el molde.
Llevar al refrigerador 5 minutos aproximadamente.
Lo que queremos es que la gelatina pierda el estado líquido y empiece a coagular, sin que llegue a estar dura o coagulada del todo.
Para eso es importante que al preparar este tipo de postres se disponga de tiempo y de atención.
Una vez que la gelatina está en su punto, se retira y se acomoda la fruta a gusto.
Una idea es poner un grupo de uvas, al lado higos cortados en gajos, ciruelas, melón y salpicado alguna cerezas.
Cubrir todo el fondo con esta fruta.
Agregar un poco de gelatina hasta que llegue al borde de la fruta.
La gelatina se debe verter lentamente para que la fruta no se mueva.
Para ello se puede utilizar una cuchara y volcar la gelatina sobre la cuchara para amortiguar la caída o que su integración sea más suave.
Poner en el refrigerador y dejar allí hasta que empiece a coagular la gelatina.
Retirar y volver a poner otra capa de fruta.
Una vez acomodada, verter el resto de la gelatina hasta que cubra la fruta y llegue al borde del molde.
Llevar al refrigerador y dejar por lo menos 4 horas o toda una noche antes de desmoldar.
Para desmoldar, humedecer un poco las manos y con cuidado y delicadeza apoyar la mano en los bordes del molde y con los dedos presionar suavemente hasta despegar la gelatina del borde.
Continuar así con todo el contorno y desmoldar.
Otra forma de desmoldar es sumergiendo en agua tibia solamente 2 segundos y enseguida desmoldar.
Cortar en porciones y servir en platos individuales.