Agradecemos a Pife Fernández la cortesía de enviarnos la receta de su abuela: Yaya Etelvina.
El cabello de ángel consiste en un dulce que se elabora con las fibras caramelizadas de la calabaza (zapallo gigante que se conoce como cidra) y se emplea como relleno de distintas preparaciones dulces, tanto en España como en Latinoamérica.
INGREDIENTES
1 calabaza de cidra
1 varita de aromatizante (Canela o vainilla)
Piel de limón (sin la parte blanca)
Azúcar (el mismo peso que calabaza limpia y escurrida)
100 ml de agua por kilo de azúcar (si fueran 600 gramos serian 60 ml de agua).
PREPARACIÓN
Esta calabaza tiene la piel muy dura y para retirarle la pulpa se golpea con fuerza por toda la superficie.
Luego con un golpe seco o con la ayuda de un cuchillo se corta la corteza y la pulpa se desprende limpiamente.
Se retiran las semillas.
Se pone la pulpa en remojo con agua templada durante 2 o 3 horas mínimo (o hasta que se puedan separar cómodamente las fibras).
Se va deshilachando toda la pulpa (retirando las semilla si quedase alguna) y se pone en un colador.
Una vez bien escurrida se pesa y se pone en una olla. Se agrega el mismo peso en azúcar y la misma cantidad de agua. Se incorpora el aromatizante y la piel de limón.
Se cocina con la cacerola tapada, removiendo de vez en cuando como cualquier mermelada.
Se tiene que evaporar el líquido y debe quedar tierna, pero no deshecha.
Nos cuenta Pife que su abuela, de acuerdo a la preparación que usaba, la dejaba tomar un color diferente: desde blanco, pasando por dorado, hasta tostado tipo caramelo. Pero siempre manteniendo los hilos, que es lo que hace que lo llamemos «cabello».