La leche condensada es un producto muy conocido y empleado en repostería colaborando en el enriquecimiento de sabores y texturas.
Se emplea en postres, helados, cremas, elaboración de panes y así podríamos seguir mencionando muchas cosas más.
La leche es sometida a un proceso de presión y durante el mismo el agua que contiene se va eliminando a la vez que se va transformando en más espesa y concentrada. Su preparación culmina con el agregado de azúcar que va entre un 30% a un 50% según sea leche entera o descremada.
Al eliminarse el agua y espesarse, la leche va cambiando de sabor y textura, culminando con el agregado final de azúcar que la transforma en una verdadera delicia y en un aliada de todo repostero.