El huevo es un alimento rico en minerales y vitaminas, además de contar con un alto contenido de albúmina, una proteína de alto valor biológico porque aporta un gran equilibrio de aminoácidos esenciales para la construcción y reparación de los tejidos.
Ocupa, como todos sabemos, un papel muy importante en nuestra alimentación.
El huevo en la repostería
Podemos agregar además, que es para la repostería la base de prácticamente casi todas las recetas. Podemos citar como ejemplo, algunas de sus combinaciones, como la clara con el azúcar resultando el tan conocido merengue, o la deliciosa combinación de yemas, azúcar, vino, transformándose en el delicado sambayón, siendo éstos algunos de los placeres refinados para el paladar.
Por eso consideramos importante detenernos a hablar un poco sobre él, para conocer más sobre sus virtudes y algunos de sus defectos, a la hora de emplearlo en nuestra repostería.
Valor nutricional del huevo
Es interesante saber que en la yema es donde está concentrada la mayor cantidad de nutrientes. Contiene grasas, proteínas, hierro, fósforo, calcio además de minerales y vitaminas.
La clara contiene una gran proporción de agua, nada de grasa ni de vitaminas y mucho menos cantidad de minerales que la yema.
El huevo tiene, como dijimos anteriormente, un alto contenido de proteínas, además, algunas de las grasas monoinsaturadas que se encuentran en la yema, tienen la propiedad de estimular las contracciones de la vesícula biliar, lo cual es muy útil para las personas que son sanas.
Algunos datos que debes conocer sobre el huevo
Un huevo entero tiene aproximadamente 80 calorías.
El color de la cáscara del huevo, no está relacionado con su alimentación, sino que depende de la raza de la gallina.
La mejor forma de guardarlos es con la punta hacia abajo, así la yema queda en el centro, lejos de la cámara de aire que se encuentra en el extremo opuesto.
El color intenso de la yema, no quiere decir que tenga más cantidad de vitaminas que otra que es más pálida, en realidad está relacionado a la alimentación de la gallina o a los pigmentos naturales que se encuentran en su alimento. Se cree que las gallinas que se crían en lugares aireados y con sol, pueden poner huevos más ricos en vitamina D que los de criadero. Lo mismo sucede con otras vitaminas, en donde se puede comprobar que los huevos de gallinas criadas en libertad tienen el doble en valor de vitaminas que las de criadero.
Aunque estos conceptos han sido modificados hoy día ya que en las raciones se incluyen en la incorporación de los núcleos los aportes que se consideren para cada caso.
Reiteramos, por lo tanto, que los huevos de cáscara marrón no son mejores que los blancos y el color de la yema, no tiene nada que ver, con la calidad y el sabor del huevo.
A tener en cuenta al comprar huevos
Siendo, una de las materias primas más usadas en la elaboración de postres, es bueno y prudente tener en cuenta, que los huevos al comprarlos deben estar bien limpios ya que los huevos sucios pueden ser una fuente de contaminación, sobretodo de la salmonella. Al ser su cubierta porosa, puede penetrar cualquier suciedad a través de ella. Se puede limpiar la cáscara pero no lavarla ya que al tener una cubierta porosa, el agua puede entrar a través de él. Para conservarlos por más tiempo conviene mantenerlos en el refrigerador, preferentemente, no, en la puerta como solemos ponerlos, sino en la parte principal de él.
El huevo, un producto natural maravilloso
Si nos ponemos a analizar detenidamente, veremos que la naturaleza nos brinda un producto final excelente. Vienen envueltos en un envase hermético, se pueden abrir con facilidad, su cocimiento es sencillo además de ser muy útiles en las preparaciones culinarias y en especial en la repostería, ya que nada puede sustituir, por ejemplo, un buen merengue, ocupando éste, uno de los papeles más grandes dentro de la repostería.
Uso del huevo en pastelería y repostería
Desde la época romana, se convirtieron en un ingrediente indispensable en la cocina y principalmente en la repostería. Te daremos algunos consejos útiles que nos servirán a la hora de realizar un postre.
Utilizar siempre huevos a temperatura ambiente, retirándolos de la heladera un rato antes.
Para lograr un buen merengue, al batir las claras, tener la precaución de que estén bien limpias, sin rastros de yemas, de lo contrario, las claras no pueden lograr un punto de nieve bien firme.
Al batirlas en batidora eléctrica, iniciar el batido a poca velocidad para luego aumentarlo gradualmente.
Comenzar el batido de las claras, con una cucharada de azúcar hasta que las claras estén bien firmes, luego agregar el resto de azúcar lentamente y en forma de lluvia y seguir batiendo hasta que el merengue se note bien consistente.
Para saber si las claras han llegado a su batido máximo, vamos a comprobar que la mayor parte del merengue se encuentra alrededor de las espátulas, formando como una pelota de nieve, además al sacar el batidor veremos que el merengue permanece en las espátulas por la firmeza que presenta.
Y con estos consejos finales, que esperamos les sirvan a la hora de aplicarlos, nos despedimos hasta la próxima.
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